Nuestra empresa ÓXIDOS FÉRRICOS S.A. fue fundada en el año 1968, sin embargo, se venían explotando las concesiones mineras de oligisto micáceo desde mucho antes. Los trabajos mineros más antiguos de que se tiene información en la zona datan de 1890 (según archivos).

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          El mercado encargado de la distribución del mineral obtenido, óxido de hierro micáceo (MIO), ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, condicionando así su explotación y tratamiento en origen.

 

             Su aplicación en el siglo XIX y primera mitad del siglo XX en la industria siderúrgica como mineral de hierro obligaba a sistemas de explotación en bolsas de producción de todo a uno. Este hecho, unido a las inherentes peculiaridades morfológicas y geológicas del oligisto micáceo, originaba rendimientos de producción bajos y márgenes de beneficios poco rentables.
 

          La aparición de mercados nuevos en los que el oligisto es incorporado con importante valor añadido (pintura anticorrosión e incluso cosmética y electrodos de soldadura) origina su resurgimiento en los años sesenta y setenta del siglo pasado.

 

          Actualmente, casi todas nuestras ventas tienen como destino las industrias cerámicas y de pinturas anticorrosivas, utilidad en la que el oligisto micáceo siempre ha hecho presencia como materia prima suministradora de las características intrínsecas del producto final.

 

          La incorporación de dicha pintura en acabados de decoración, elementos ornamentales de todo tipo y mobiliario urbano, ha otorgado en los últimos quince años una dimensión cotidiana al producto.

 

           Esta perfecta unión de lo estético con lo funcional ha permitido que el mineral granadino sea hoy testigo del paisaje urbano de las principales ciudades europeas.

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